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¿Entró Jesús a ministrar al Lugar Santísimo cuando ascendió al cielo?

Actualizado: 15 jul

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Una de las objeciones más comunes al mensaje distintivo de los adventistas del séptimo día —el juicio investigador— es la afirmación de que Jesús, al ascender al cielo, entró directamente al Lugar Santísimo. Esta conclusión se basa en una interpretación popular de Hebreos 9:12, donde la Reina-Valera 1960 traduce: «entró una vez para siempre en el Lugar Santísimo».


Pero ¿es eso realmente lo que dice el texto bíblico en su idioma original? ¿Y es coherente con el modelo del santuario presentado en las Escrituras?



¿Qué dice el texto griego de Hebreos 9:12?


En el griego, Hebreos 9:12 utiliza la expresión «τὰ ἅγια» (ta hágia), que literalmente significa «los santos». Esta frase no se refiere exclusivamente al Lugar Santísimo, sino al santuario en general. Cuando el autor de Hebreos quiere referirse específicamente al Lugar Santísimo, utiliza otra expresión más precisa: «ἅγια ἁγίων» (hágia hagiōn), que sí aparece, por ejemplo, en Hebreos 9:3.


Esto nos muestra que Hebreos 9:12 no está diciendo que Jesús entró directamente al Lugar Santísimo, sino que entró al santuario celestial como un todo.

Griego
Griego

La consagración del santuario celestial


El mismo versículo afirma que Cristo entró al santuario «por su propia sangre» y «una vez para siempre». Esta frase hace eco del modelo del Antiguo Testamento, particularmente de Levítico 8, donde Moisés, como figura de Cristo, consagró tanto el lugar santo como el santísimo antes de que comenzara el ministerio sacerdotal. Esta consagración se hacía una sola vez.


Siguiendo este patrón, Jesús no entró para ministrar inmediatamente en el Lugar Santísimo, sino para dedicar todo el santuario celestial como parte de su obra redentora, preparándolo para su ministerio sacerdotal.


Por esta razón, muchas versiones modernas de la Biblia traducen Hebreos 9:12 simplemente como «santuario», evitando la interpretación errónea. Entre ellas se encuentran: BJ3, BL, DHH, ESE, LPD, NC, NRV, Oso, Pesh, RV1602, RV2017, TLA, TA, entre otras.



¿Dónde comenzó Cristo su ministerio celestial?



Hebreos 9:6-7 es clave para entender el modelo que sigue el ministerio de Jesús. Dice que:


«En la primera parte del tabernáculo [Lugar Santo] entran los sacerdotes continuamente para cumplir los oficios del culto; pero en la segunda parte [Lugar Santísimo], solo el sumo sacerdote una vez al año…»


Esto deja claro que el servicio sacerdotal en el santuario terrenal tenía dos fases distintas:


  • Un ministerio diario en el Lugar Santo.

  • Un ministerio anual en el Lugar Santísimo, durante el Día de la Expiación.



Cristo, como nuestro Sumo Sacerdote, siguió este mismo patrón. Después de consagrar ambos compartimentos con su sangre, comenzó su ministerio de intercesión en el Lugar Santo, tal como lo hacían los sacerdotes cada día. Solo al cumplirse la profecía de los 2300 días en Daniel 8:14, en 1844, Jesús entró al Lugar Santísimo para dar inicio a la segunda y final fase de su obra: el juicio investigador.



¿Qué implica traducir τὰ ἅγια como «Lugar Santísimo»?


Si asumimos que «τὰ ἅγια» (los santos) significa necesariamente «Lugar Santísimo» en Hebreos 9:12, se borra la distinción entre las dos fases del ministerio de Cristo en el cielo. Esto contradice el modelo divinamente establecido en el Antiguo Testamento.


El contexto del capítulo 9 de Hebreos, y la tipología del santuario, exigen una comprensión más precisa y cuidadosa del texto. Jesús no entró directamente a ministrar en el Lugar Santísimo al ascender, sino que lo hizo en el momento señalado por la profecía, después de haber ministrado durante siglos en el Lugar Santo.



Conclusión


Hebreos 9:12 no enseña que Jesús entró a ministrar al Lugar Santísimo inmediatamente después de su ascensión. El texto griego, el contexto del capítulo y el modelo del santuario terrenal muestran que Cristo consagró todo el santuario celestial (ambos compartimentos) con su sangre y comenzó su ministerio en el Lugar Santo, intercediendo por su pueblo. Solo en 1844, conforme al cumplimiento profético de Daniel 8:14, entró al Lugar Santísimo para ministrar allí y dar inicio al juicio investigador.


Esta verdad armoniza la Escritura, la tipología del santuario y el mensaje del tercer ángel. Negarla es desconocer la obra sacerdotal de Cristo tal como fue revelada en la Palabra.




Curioso Adventista

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